domingo, 15 de junio de 2008

Post #17 Inesperadamente



Era inevitable no comentarlo en mi blog. En este espacio tan personal que muchas veces la hace de amigo cada que hay que sacar algo y que escucha pacientemente lo que tenemos que decir.

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El estrés y la confusión se apoderan de mi. En el trabajo tengo más responsabilidades, y la obligación de conservar mi actual empleo si quiero seguir teniendo un flujo de dinero constante para financiarme todo lo que necesito para estudiar en el extranjero.

La idea de irse al extranjero a estudiar una maestría parece que no sólo se me ocurrió a mi. De hecho, un compañero del inglés tomó la misma decisión que yo porque, prácticamente, nuestras vidas son un 80% muy parecidas. Hemos pasado por lo mismo, hemos logrado lo mismo y ahora queremos dar el siguiente paso. Los dos somos gays. Coincidencia. ¿no?

Pero también hay un chico de 24 en la oficina (muy guapo) y recién me enteré que tiene, exactamente, los mismos planes. Él también es gay. Y bueno, me puse a pensar que tal vez el estudiar una maestría en el extranjero es una manera muy efectiva del dar "el paso" que nuestras vidas necesitan.

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He continuado con mis estudios de inglés y la inseguridad se ha apoderado de mí. Antes de tomar mis clases de inglés estaba muy seguro acerca de lo amplio que dominaba el idioma, sin embargo, tan pronto empecé a tomar clases de doy cuenta de que me falta muchísimo por aprender. Y algo que resulta un poco frustrante es que entre más estudio inglés más me doy cuenta de que sé menos.

¿Entonces, qué haré para tener un buen desempeño en mi TOEFL? Pues la respuesta no es fácil. Decidí tomar clases particulares, como ya lo había puesto, pero eso me exige más tiempo para estudiar y más tiempo para hacer más tareas y actividades en casa. Tiempo es lo que no tengo, a parte de que también tengo que luchar en contra del cansancio diario del trabajo de oficina.

Aprender inglés es fácil, existe muchísimo material incluso gratuito, sin embargo, la pregunta es ¿en qué momento? Tengo que luchar también contra un gran enemigo, la decidia. Esa cosa que te pasa en la cabeza cuando tienes tiempo para hacer sólo una cosa: ir a platicar con tu mejor amigo o estudiar ingles. Hasta ahora, siempre he decidido hacer lo primero. Y no, no he querido pensar en las consecuencias. Lo único que gano al ignorar que no he estado estudiando lo suficiente es agregar una carga extra al estrés que ya traigo conmigo.
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Actualmente, estoy buscando un beca para estudiar en el extranjero. Para lograrlo primero debo ser aceptado en la universidad. Si soy aceptado entonces puedo empezar mi proceso de beca. De aquí parten dos opciones, si me dan la beca pues ya no me preocupo de nada pero si no, mi madre está dispuesta a hipotecar la casa. Para hipotecarla, se necesitan hacer muchos trámites ante el notario y pues cabe mencionar que mi casa tiene un lío testamentario algo complicado.

Y tal como si Dios quisiera demostrarme que existe, el Gobierno del Distrito Federal acaba de sacar una disposición en la que los casos tan particulares como el mío serán resueltos con una nueva legislación que permite poner todo en orden, absolutamente todo, y a un precio baratísimo. Vaya, me doy cuenta de que el GDF teniéndo tantos asuntos que resolver y que existiendo miles de diferentes problemas relacionados con el testamento decidió legislar sobre uno en particular en donde el principal beneficiado seré yo. Ya que con ese nuevo trámite, mi casa podrá ser hipotecada y así obtener un préstamo del Gobierno Federal para mi maestría.

Pero nuevamente un reto, el préstamo al que tengo acceso no es suficiente y me faltarían $100,000 pesos para completar la cantidad que necesito. Si ahorro en un año pudiera juntarlos, pero el problema es que no tengo un año para ahorrar y que no todo lo que gano lo puedo ahorrar, de algún lado tengo que vivir ¿no?

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Sólo tengo una oportunidad para para pasar el TOEFL y el GMAT. Sólo una. ¿Eso es estresante? Claro que sí. Algo más estresante es leer en la revista EXPANSIÓN un artículo titulado: ¿Cómo presentar el GMAT y no morir en el intento? Osea, ¿de verdad hay gente que muere en el intento? Claro, de otra manera no hubieran sacado el artículo.

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Todo lo tengo perfectamente calendarizado. Desde cuando inscribirme al TOEFL hasta cuando solicitar mi pasaporte pasando por el envío de documentos a la universidad y la fecha límite para solicitar la beca, todo encaja, todo está en tiempo.

Sin embargo, el curso para tomar el GMAT con el astrofísico se retrasará un mes y medio. ¡UN MES y MEDIO! Lo que significa que retrasaré todos mis procedimientos mínimo 15 días. Y ahora si no tendría que fallar nada pues ya no tendría tiempo para "solucionar los errores", como no haber sacado el puntaje requerido en el GMAT o TOEFL.

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Tengo sólo una oportunidad para cambiar mi vida radicalmente en el corto plazo y que me está costando varios miles de pesos. Pero de verdad, varios miles de pesos. Y no tengo una sóla oportunidad de equivocarme. Todo tengo que hacerlo perfecto, sin errores. Eso lo sé, pero ¿será posible?

A veces me pregunto si estoy arriesgando demasiado.

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Y por si fuera poco tener que cumplir con mis responsabilidades diarias en el trabajo y estar todo el día en la oficina hasta las 6:30 de la tarde, tomar clases de inglés los sábados y entre semana, solicitar un crédito al banco y otro a la empresa para pagarme un curso con un astrofísico alemán que dará clases de 7 a 11 de la noche, sacrificando horas de comida y de sueño. Tener que conservarme delgado (porque de otra manera no me gusto) y tomar un tratamiento para evitar que mi rostro luzca cansado (porque de otra manera no me gusto). Tener que hacer tareas y encontrar el tiempo para estudiar. Tener que olvidarse de los amigos, las fiestas y los antros por un buen rato. Pero teniendo tiempo para ver a mi novio. Sí, así de pronto, sin esperarlo, alguien se cruzó en mi camino y yo me cruzé en el de él.

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Como lo puse hasta arriba era inevitable no hablar de esto, de mi galán. Puff, hace tanto tiempo que no tenia galán que tenerlo me resultó extraño en un principio. Ahora lo tengo y parece que las cosas van muy bien. Hay un pequeño miedo que tengo y que no me permite dar sin antes recibir. Creo que es resultado de las malas experiencias que tuve en el pasado.

Él y yo nos estamos conociendo. Nos estamos descubriendo. Por mi parte, trabajo internamente para sacar al chico amoroso, tierno y detallista que soy y también para saber cuándo dejarme querer y consentir. Se escribe fácil pero cuesta trabajo. Pareciera que él es mi primer novio, todo ha sido nuevo para mí (excepto por el sexo, jeje). En mis planes no había un apartado llamado "novio". De verdad, no me lo esperaba. No sabía que esto sucedería.
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El amor se topó conmigo (inesperadamente).

1 comentario:

Maykel dijo...

Veo que pierdes el sueño y le pones paréntesis a todo en pos de ese reto. Pudiera sintetizar en una breve admonición lo que me ha despertado ese afán de hipotecar la vida, la casa, el amor, por una dádiva inasible, urdida por tu imaginación vertiginosa (!adónde es que vas!) y probablemente trivial, o lo que es peor, inútil.
"Détente", diría si fueses mi mejor amigo o mi pareja. ¿Qué quieres conseguir? ¿Qué pones en juego? ¿Qué te pierdes de la vida con tanta prisa?
Pero no quiero entrometerme (si ya lo hice, me disculpo). No soy de los que reducen las aspiraciones a un guarismo, ni de los que establecen emulaciones y analogías sobre el éxito.
Ojalá pudiese regalarte una brújula, un poema inconcluso, la certidumbre de lo esencial que a veces se nos pierde.
Y un beso alentador para los verdaderos retos; no podía ser menos sincero contigo, muchacho aprovechado que sabe suficiente inglés para volver la cabeza, si quisiera, al "paradise lost" de John Milton...